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Refugio seguro

FERNANDO TURMO—JGI

En medio de la noche, un bebé chimpancé está teniendo pesadillas. Chantal, su cuidadora, trata de calmarlo para que vuelva a dormirse. Están en el Centro de Rehabilitación de Chimpancés de Tchimpounga. Está en la República del Congo, en África.

El nombre del chimpancé es George. Fue separado de su mamá por cazadores furtivos. Finalmente, fue rescatado y llevado al santuario. Chantal lo ayudó a hacerse amigo de los otros chimpancés.

DIGAN “CHEESE” Los chimpancés en el santuario de Tchimpounga se sientan para una foto grupal.

FERNANDO TURMO—JGI

El santuario es parte del Instituto Jane Goodall (JGI). “Rescatamos chimpancés de condiciones horribles y los socializamos”, dijo Goodall a TIME for Kids. “Necesitan aprender el comportamiento de los chimpancés. Si uno pierde a su mamá cuando es pequeño, es como un niño humano que pierde a su mamá”.

POR ENCIMA DE TODO Los chimpancés disfrutan de la vista desde un árbol en el entorno casi salvaje del santuario.

FERNANDO TURMO—JGI

Los chimpancés son víctimas de la deforestación y del comercio ilegal de vida silvestre. Su población alguna vez fue de millones. Ahora podría reducirse a 172,000. Esto hace que el trabajo del santuario de Tchimpounga sea aún más importante.

“Un ecosistema se compone de una mezcla compleja de plantas y animales”, dice Goodall. “A medida que comienzas a perderlo, el ecosistema se debilita cada vez más. Entonces puede colapsar”.

Obtención de resultados

Tchimpounga es el hogar de alrededor de 150 chimpancés. Muchos de ellos viven en islas boscosas. (Ver “Isla hogar”). Allí, son preparados para un posible regreso a la naturaleza.

RECUPERAR LA SALUD La cuidadora Antonette cuida a un chimpancé huérfano llamado JeJe.*

FERNANDO TURMO—JGI

Los chimpancés no son los únicos que reciben una educación. El santuario transmite documentales en la televisión local. Y trabaja con la policía y el gobierno de la República del Congo para reducir el comercio ilegal de animales.

“Hemos recibido solo un chimpancé huérfano en los últimos tres años”, dijo Rebeca Atencia en una entrevista reciente. Ella es la veterinaria principal del santuario. “Este es un gran logro que nos muestra que nuestros esfuerzos están funcionando”.

ATENCIÓN MÉDICA Rebeca Atencia examina a un chimpancé en el Santuario de Thimpanga, en la República del Congo.

FERNANDO TURMO—JGI

Salvar vidas

Atencia también trabaja con personas que viven cerca del santuario. Dependen del bosque para obtener alimentos y materiales de construcción. Su población creciente es un peligro para los chimpancés. JGI ayuda a estas comunidades a obtener atención médica, agua potable y combustible. Esto los hace menos dependientes de los recursos naturales de la zona. “Cuando [JGI] está ahí para ayudar, es beneficioso para todos”, dice Goodall.

Los chimpancés de Tchimpounga probablemente estarían de acuerdo. Han demostrado que son conscientes de los esfuerzos del personal del santuario. “Salvar la vida de un chimpancé es muy gratificante”, dice Atencia. “Los chimpancés saben cuándo los has ayudado o salvado su vida. A veces, te agradecen con un abrazo”.

Isla hogar

BRICE NGOMO—JGI

En esta foto, Atencia (izquierda) y Goodall están ayudando a liberar a Wounda, una chimpancé hembra, en 2013. A los chimpancés en el santuario de Tchimpounga se les enseña cómo vivir en la naturaleza. Entonces pueden ser liberados. Las islas en el río Kouilou proporcionan un bosque casi salvaje dentro del santuario. Los chimpancés pueden vivir allí. Pueden estar a salvo de chimpancés salvajes, cazadores furtivos y enfermedades. Y todavía están bajo el cuidado del personal del santuario.

* Esta foto representa un ambiente de santuario con profesionales capacitados. JGI no apoya el manejo ni la proximidad a la vida salvaje.