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Aguas crecientes

LANDFALL A satellite image shows Hurricane Florence churning its way toward the East Coast on September 13. NOAA/GETTY IMAGES

Cuando el Huracán Florence avanzó a toda velocidad desde el Océano Atlántico y llegó a North Carolina la mañana del 14 de septiembre, no eran los vientos de 90 millas por hora lo que funcionarios temían más. Era el agua. La tormenta de 400 millas de ancho trajo lluvias torrenciales y una ola de 10 pies de agua marina. Las calles se combaron. Los árboles se cayeron. Más de 600,000 hogares y negocios en la Costa Este perdieron electricidad. Y era únicamente el comienzo.

Para la tarde, Florence fue degradado a tormenta tropical. Los vientos disminuyeron. Pero la tormenta se movía hacia el oeste, y descargó cantidades masivas de lluvia en North y South Carolina. Vecindarios enteros estaban bajo agua. Para el segundo día de Florence en tierra, North Carolina había recibido más de 30 pulgadas de lluvia, un récord nuevo. El Centro Nacional de Huracanes dijo que las consecuencias serían “catastróficas”.

El gobernador de North Carolina Roy Cooper inspeccionó el daño en su estado en helicóptero el 15 de septiembre. “Las aguas de la inundación todavía siguen embravecidas”, dijo después, “y el riesgo de muerte está aumentando”.

ARRIBO Una imagen satelital muestra al Huracán Florence en camino acelerado hacia la Costa Este el 13 de septiembre.

CHIP SOMODEVILLA—GETTY IMAGES

Misión de rescate

Es difícil saber cuántas de las 1.7 millones de personas a lo largo de la Costa Este que recibieron la orden de evacuar realmente lo hicieron o pudieron hacerlo. Inclusive cuando el cielo se despejó, el 17 de septiembre, los residentes estaban desesperados por recibir ayuda. La crecida atrapó a las personas en áticos y techos. Las autoridades federales y estatales de las Carolinas rescataron a cientos de personas en helicóptero, botes y vehículos de tareas pesadas. Otras fueron rescatadas por voluntarios.

Al 18 de septiembre, Florence reclamó la vida de 32 personas. Había más dificultades en camino. “Las áreas que fueron más afectadas permanecerán bajo agua durante días”, dijo Chris Vaccaro, de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica a TIME for Kids. “Los ríos y arroyos que ya tienen áreas inundadas pueden continuar creciendo mientras más agua fluye con la corriente”.

CHIP SOMODEVILLA—GETTY IMAGES

Wilmington, North Carolina, quedó aislada por las inundaciones. El residente Víctor Merlos se emocionó al ver una tienda abierta. Gastó más de $500 en cereal, huevos y otros artículos para alimentar alrededor de 20 familiares que estaban hospedándose en su casa. “Tengo todo lo que necesito para toda mi familia”, dijo a la Associated Press.

El Presidente Donald Trump puso a disposición millones de dólares en ayuda para las víctimas de la tormenta. Necesitarán ayuda para reconstruir. Brock Long, director de la Agencia Federal de Gestión de Emergencias, habló con el programa de NBC Meet the Press. “La recuperación es siempre un proceso muy frustrante para las personas cuando han perdido su sustento de vida”, dijo. “Pero vamos a estar bien”.

Súper tormentas

Una tormenta más feroz que Florence azotó Filipinas, en el sudeste de Asia, el 15 de septiembre. El tifón Mangkhut arrasó la parte norte del país, trayendo lluvia y vientos de alrededor de 165 millas por hora. Mangkhut fue el equivalente a un huracán de Categoría 5. (Florence era un huracán de Categoría 1 cuando golpeó a EE.UU.). “Puede levantar autos”, dijo el meteorólogo René Paciente a reporteros en la capital, Manila. “Uno no puede estar parado, ni siquiera gatear contra ese viento”. En el momento de publicación, desprendimientos de tierra y derrumbe de edificios habían matado a 74 personas en Filipinas. Docenas más permanecían desaparecidas.

Una mujer en Filipinas se aferra a su paraguas durante la lluvia torrencial de Mangkhut.

NOEL CELIS—AFP/GETTY IMAGES

Mangkhut continuó su trayecto de destrucción hacia el sur de China. Más de 2.4 millones de personas en la provincia Guangdong fueron evacuadas e informadas por los funcionarios que se “preparen para lo peor”. Muchas se refugiaron en refugios. Una ola de 11 pies de agua marina inundó la costa mientras que los vientos derrumbaban árboles. El periódico South China Morning Post reportó que partes de Hong Kong estaban inundadas con agua hasta la cintura.

Gabriel Vecchi es un científico en huracanes y de clima en Princeton University, en New Jersey. Dice que veremos tormentas más intensas como Mangkhut y tormentas con más lluvia como Florence mientras que el uso de combustibles fósiles continúe calentando el planeta.

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