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Llamada al cambio

AMANDA PHINGBODHIPAKKIYA

El 28 de marzo, Mina Fedor, de 12 años, organizó un mitin con cuatro amigas: Bee, Anna, Juno y Mila. Se hizo en Berkeley, California. Más de 1,200 personas se les unieron. Las niñas dirigieron una multitud hacia un puente que cruzaba la autopista. Los participantes llevaban carteles que leían “♥ nuestra comunidad asiática”. Los autos que pasaban tocaban sus bocinas para mostrar su apoyo.

“Nos sentimos muy agradecidas de que mucha gente haya venido”, dijo Mina a TIME for Kids.

VOCES JÓVENES Los niños se oponen al prejuicio antiasiático, en Berkeley, California, el 28 de marzo.

LIN YU

Como muchos otros, Mina y sus amigas están preocupadas por los ataques recientes contra los asiáticos-americanos. Desde el comienzo de la pandemia del coronavirus, a inicios de 2020, la discriminación y la violencia contra los asiáticos-americanos han aumentado pronunciadamente. Los adultos mayores son frecuentemente el objetivo.

El prejuicio ha sido fomentado por una creencia falsa de que los asiáticos son responsables por el coronavirus. El virus se detectó primero en China a fines de 2019. Pero ninguna persona, grupo o país es culpable de la pandemia.

IVANA LEE

Russell Jeung cofundó Paren el Odio a los AAPI (AAPI, por sus siglas en inglés, significa “asiáticos-americanos e isleños del Pacífico”). El grupo empezó a notar más incidentes de odio en EE.UU. en enero de 2020. “Fuimos inundados inmediatamente por cientos de incidentes nuevos” en el sitio web de Paren el Odio a los AAPI, recuerda Jeung. De marzo de 2020 a febrero de 2021, el grupo recibió 3,795 informes de incidentes de odio antiasiático.

Una historia preocupante

La discriminación contra los asiáticos en EE.UU. no es nueva. Empezó cuando los inmigrantes chinos llegaron en grandes números en la década de 1850. Los veían como una amenaza para los trabajadores blancos. En 1882, el Congreso aprobó la Ley de Exclusión de Chinos, la primera en una serie de leyes que prohibían la mayoría de inmigraciones chinas hasta la década de 1940. Se decía que los asiáticos no eran deseados, dice Ellen Wu, una profesora de historia en la Universidad de Indiana. “A veces, los estadounidenses decían a los asiáticos que no eran bienvenidos por medio de la violencia”, Wu dijo a TIME for Kids. “Por último, lo expresaron en la ley”.

Las personas chinas lucharon contra la Ley de Exclusión en la corte. Hasta el día de hoy, los asiáticos-americanos se defienden a sí mismos. “Han resistido y defendido”, el tratamiento respetuoso, dice Wu.

Todavía, muchas personas no están al tanto de que muchos asiáticos experimentan racismo. Esto se debe al mito de que muchos asiáticos tienen más éxito que otros grupos minoritarios. De hecho, han sido injustamente usados como un ejemplo para otros grupos (lee “El mito de la minoridad modelo”).

Todos juntos

SOMOS UNO Voluntarios de Compasión en Oakland posan para una foto mientras patrullan un vecindario en febrero.

KASEY NGHIA PHAM

Jessica Owyoung es la cofundadora de Compasión en Oakland, en California. El grupo une a adultos mayores asiáticos-americanos con voluntarios, quienes los acompañan alrededor de la ciudad. “Los adultos mayores se sienten solos y atemorizados”, dice Owyoung. “La única manera que saben que los escuchamos y los vemos es estar físicamente presentes para ellos”.

MANO SOLIDARIA Un voluntario de Compasión en Oakland se encuentra con un adulto mayor asiático-americano en febrero.

KASEY NGHIA PHAM

El 30 de marzo, el presidente Joe Biden anunció acciones antidiscriminatorias para beneficiar a la comunidad de AAPI. “El odio no tiene un puerto seguro en Estados Unidos”, dijo Biden el 19 de marzo. “Depende de todos nosotros, todos juntos, para detenerlo”.

Para Mina y sus amigas, mostrar que te afecta puede llegar lejos. “Es importante ser un aliado”, dice Mila, la amiga de Mina. “Estamos haciendo nuestra parte para ayudar la causa”.

El mito de la minoridad modelo

ERIC LEE—BLOOMBERG/GETTY IMAGES

El mito de la minoridad modelo es una idea generalizada de que los asiáticos trabajan más arduamente y valoran la educación más que otros grupos. La idea es dañina porque lleva a una creencia falsa de que los asiáticos no sufren racismo ni discriminación.

El mito también crea creencias falsas sobre otros grupos. “Trabajar arduamente y valorar la educación y la familia son valores comunes en todas las comunidades”, dice Wu.