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Aferrarse a la esperanza

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EDUARDO JARAMILLO CASTRO—AFP/GETTY IMAGES

TIJUANA, México – El primer día de clases de un niño en la escuela de la Fundación Yes We Can World, él o ella reciben dos camisetas, zapatos nuevos y una mochila llena de útiles escolares. La escuela es para niños migrantes de América Central y México. Han dejado sus hogares y viajado hacia el norte con familiares para pedir legalmente asilo en EE.UU.

REUNIÓN MATINAL La maestra Sandra Rodríguez saluda a estudiantes en la escuela de la Fundación Yes We Can World en Tijuana, México, el 3 de octubre.

JAIME JOYCE FOR TIME FOR KIDS

Pero EE.UU. tiene una nueva política. Se llama Protocoles de Protección de Migrantes, o MPP por sus siglas en inglés. Dice que los centroamericanos deben permanecer en México hasta que sus casos sean decididos por la Corte de Inmigración de EEUU. (ver “Crisis en la frontera”). En el pasado, podían esperar en EE.UU. Los MPP no aplican a personas mexicanas. Ellas deben también permanecer en México, pero son colocadas en una lista de espera para pedir asilo.

Ahora miles de buscadores de asilo están atascados en Tijuana y otras ciudades mexicanas de la frontera (ver mapa). Las personas están trabajando para ayudarlos mientras esperan.

Espacios seguros para aprender

La escuela de la Fundación Yes We Can World está en Tijuana. Abrió en julio. La escuela tiene 45 estudiantes. Las lecciones se enseñan en un autobús. El autobús fue convertido en un salón de clases. Los estudiantes y sus familias viven en un albergue repleto al lado.

“No hay diferencia entre nuestros niños y los niños en EE.UU.”, me cuenta Estefanía Rebellón. Ellas es la cofundadora de la escuela. “Su mundo entero, su vida, es mudarse. Nosotros somos la parte estable”. En octubre, un grupo de California donó un segundo autobús. Esto permitirá a la escuela incluir 30 niños más. “Es maravilloso ver qué bondadosa puede ser la gente”, dice Rebellón.

¡EN HILERA! Niños migrantes toman parte en una actividad dirigida por el Proyecto Schoolbox el 12 de agosto. Cada semana, sus voluntarios sirven a 150 niños en tres albergues en Tijuana.

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El Proyecto Schoolbox también ayuda a niños en Tijuana. Es dirigido por voluntarios de un grupo llamado Ángeles de la Frontera. Van a tres albergues cada semana y ayudan a 150 niños. “Tratamos de hacer un espacio de seguridad y confianza con los niños”, dice la coordinadora Andrea Rincón.

Fui a un albergue con los voluntarios. Ahí, conocí a una niña de Honduras. Su nombre es Michelle. Tiene 17 años y desea ser doctora. Michelle me contó que la violencia forzó a su familia a escapar. “Es muy, muy peligroso”, dijo cuando le pregunté sobre su país.

Un nuevo comienzo

En casos raros, es posible que los migrantes esperen en EE.UU. mientras se decide su caso de asilo. En un albergue en San Diego, California, conocí a Rina Murillo. Ella tiene tres hijos. Tienen 14, 10 y 4 años de edad. La familia Murillo también huyó de Honduras. “Sufrimos hambre, frío y calor” en el viaje, me dijo.

La familia se estaba preparando para vivir con un patrocinador en Atlanta, Georgia. Los niños mayores volverán a la escuela. Le pregunté a David de 14 años si estaba entusiasmado. “Mucho”, dijo. La ciencia es una de las materias favoritas de David. Espera ansiosamente un comienzo nuevo en EE.UU. “Todo el sacrificio valió la pena porque estamos aquí ahora”, él dijo.

Otros jóvenes migrantes permanecen positivos, aún mientras esperan en México. Elizabeth, de 6 años, es de Guatemala. Ella va a la escuela Yes We Can. Sueña con estar con su familia en EE.UU. “Cuando cruce a EE.UU., voy a comer helado”, dice, “y jugar con mi primo”.

Crisis en la frontera

Por lo menos 900,000 migrantes han llegado a la frontera de EE.UU.-México desde octubre de 2018. El gobierno de EE.UU. llama a esto una “crisis humanitaria y de seguridad”. En respuesta, ha creado los Protocoles de Protección de Migrantes o MPP.

El gobierno dice que los MPP “ayudarán a restaurar un proceso de inmigración seguro y ordenado”. Dice que México dará a migrantes protecciones humanitarias. Los MPP empezaron en enero. Desde entonces, más de 50,000 migrantes han tenido que esperar en México.

Pero la organización Human Rights Watch dice que los MPP ponen a las personas en peligro. El crimen es común en algunas ciudades de la frontera donde esperan los migrantes.

Esperar en México también dificulta a los migrantes reunirse con abogados de EE.UU. “Lo que realmente hará una diferencia en un caso de un buscador de asilo es una representación legal buena”, dice Lea Bush. Ella trabaja con Jewish Family Service de San Diego. El año pasado, el grupo ayudó a más de 17,000 buscadores de asilo.

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